Aunque no esté, estoy

El mapa como inventario de la memoria (3)

Son numerosas las instalaciones militares del continente que deberían llenar cualquier mapa de memoria que se precie de recoger o incorporar la memoria colectiva de sus gentes. O, mejor dicho y para que nadie se confunda, cualquier contramapeo de la Memoria o cualquier mapa de la Contramemoria debería incluir un buen número de instalaciones militares. Precisamente para eso, para contar otro relato de lo acontecido.

Un relato otro de lo acontecido que, obviamente, no tiene mucho que ver con esa ficción monocroma, triste y raquítica que imponen las Historias Nacionales oficiales, con sus próceres y «gloriosos y patrióticos» hechos de armas. Ni tampoco tiene mucho que ver con aquello que tan sesudamente relata una parte de la «científica y neutral» Academia. Ni especialmente tiene nada que ver con la construcción cotidiana de «realidad» o de relato de actualidad que elabora el mainstream mediático (por no hablar del nuevo y creciente ecosistema de la desinformación).

En un mapeo como Imborrables no habíamos incorporado hasta la fecha ninguno de esos lugares. Seguramente debe ser así porque el marcado físico o performático de los lugares, tan caracteristico de Imborrables, no es nada fácil de desarrollar en esos lugares de factibilidad y accesibilidad tan limitada.

Sin embargo, no es necesario marcar el lugar digitalmente, pintar un mural, plantar un jardín, colocar algún objeto artístico o, sin ir más lejos, un antimonumento (como el de la EM52) para insertar el lugar en los mapas de Imborrables.

De hecho, la función de mapa como inventario de memorias que le otorgamos tempranamente a los mapas Imborrables nos permite cartografiar muchas emergencias de la memoria temporal y espacialmente efímeras que, una vez cartografiadas, pasan a perdurar en el mapa.

Aunque no esté, estoy es una poderosa emergencia de la memoria de Pedro Julio Movilla y otras personas desaparecidas forzadas y presuntamente inhumadas clandestinamente por el Ejército en las instalaciones de la antigua Brigada XX, actualmente Escuela de Logística del Ejército. Poderosa porque así resultó la valiente y digna acción de familiares de las víctimas frente a la entrada de la instalación militar.

En ese plantón frente a la Escuela de Logística emergió la memoria de Pedro Julio Movilla, Amparo Tordesilla o Alirio Pedraza entre otras, porque aunque no estaban, estaban.

Esa emergencia de la memoria se ha incorporado doblemente en el mapa de Imborrables. Por un lado como EM159 «Aunque no esté, estoy» en la deriva Reclama las calles y, por otro, como EM160 «Aunque no esté, estoy» en la deriva ¿Dónde están?

Con este desdoble del lugar queríamos marcar la importancia de reclamar físicamente en el espacio público (en este caso por la salvaguarda de los lugares de inhumación clandestinos hasta que se exhumen los cuerpos, hasta que se encuentre a las personas desaparecidas). Y también, seguir ampliando el inventario de lugares de memoria o de emergencias de la memoria en las calles de la ciudad de las personas desaparecidas forzadas.

Material gráfico y presencia en el lugar: Erik

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