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Fidel MingoranceMapeos para la Memoria

Cuando lo efímero perdura en el mapa: el mapa como inventario de la Memoria (2)

En el mapa como inventario de la Memoria se señalaban algunas de las causas que hacen del mapa una interesante y potente herramienta para inventariar la Memoria. Más si se tiene en cuenta de lo efímeras que pueden llegar a ser algunas de las emergencias de la memoria (EM) en el espacio público.

Una de las causas de esa corta duración temporal tiene que ver con que «no siempre que emerge la Memoria se deja constancia física en el lugar». De hecho, en la mayoría de los actos de memoria que se realizan en la ciudad «no se marca físicamente el lugar», que es precisamente una de las formas de generar la memoria colectiva, al menos tomando como fundamento las tesis de Maurice Halbwachs (a ese respecto ver, por ejemplo, Apuntes para disputar la memoria, página 19).

No es obligatorio ni imprescindible marcar los lugares para generar memoria colectiva, ni mucho menos. Pero es cierto que el vínculo espacial ayuda especialmente. En ocasiones no es necesario ya que el lugar donde se interacciona ya es significativo, ya es un lugar de memoria y ya hace parte de la memoria colectiva. Pero no siempre es así y no siempre puede conseguirse el acceso a esos lugares que dan mayor visibilidad o perdurabilidad a las acciones.

El mapa web se presta muy bien para generar inventarios geolocalizados en línea a los que puede accederse libremente desde Internet. Esta especie de catálogo espacial de intervenciones tiene muchas potencialidades para hacerlas más perdurables, mantenerlas vivas, dimensionarlas o visibilizarlas en contextos donde se pretende que sean invisibles.

«La Memoria vuela»

La EM117 «La Memoria vuela» pone en el mapa Imborrables una acción poética, lúdica y reivindicativa, en la que se volaron cometas un 30 de agosto de 2017 en el parque El Renacimiento de Bogotá.

El día: un 30 de agosto, día internacional de las víctimas de desapariciones forzadas. El lugar: un parque ubicado frente al Centro de Memoria, Paz y Reconciliación del distrito de Bogotá, donde horas antes se rindió homenaje a personas víctimas de este crimen.

En esa fecha se organizan anualmente una serie de actos de los que suelen perdurar imágenes, videos y tal vez alguna referencia escrita. Es una fecha para alimentar memorias y luchas.

Pero, aparte de los actos oficiales o aquellos de cierta envergadura, que suelen conservar cierta huella (aunque no hay que engañarse, no siempre se dejan bien documentados para la posteridad), ¿qué queda del resto?

En el caso del volado de cometas, y exceptuando a quienes estuvieron volándolas, ¿quién conoce o se acuerda de esas cometas?

Pues ahora puede hacerlo cualquier persona que se asome al mapa web de Imborrables… porque ya hace parte, junto con las otras 116 emergencias de la memoria, de ese mapeo de disputas por la memoria y cartografiado de la memoria colectiva.

El etéreo y efímero vuelo de una cometa puede perdurar en un mapa alojado en el ciberespacio.