Prácticamente desde el paralelo 50 N del planeta, Erik Arellana Bautista presentó el mapeo Imborrables en el Simposio virtual Desmensuras celebrado los días 12, 13, 14 y 15 de marzo 2025.
Fue un auténtico placer poder participar en el Simposio Desmensuras de Abya Yala (del ya nos habíamos hecho eco desde Geoactivismo y que recomendamos su visita en https://desmensuras.com) haciendo una presentación de Imborrables. Una nueva emergencia de las memorias colectivas para las derivas del metamapa desde este simposio organizado desde Paris y Brasilia.
En el sitio web de Imborrables se han ido compartiendo los fundamentos metodológicos y teóricos (secciones de Documentos, Audiovisual y Mapas) de esta práctica cartográfica. Una práctica abierta a la colaboración y que busca evolucionar por otras veredas. Tras el intercambio más que interesante y en vista del interés en el Simposio de Desmensuras queremos reiterar que este proceso de mapeo sigue abierto a interacciones y colaboraciones presentes y futuras.
Queremos compartir una pequeña síntesis de la participación de Erik ↓

Imborrables es una práctica cartográfica o mapeo de un conjunto de lugares donde emerge la memoria de personas o colectivos víctimas de la represión política y otras violaciones a sus derechos. Todo el ejercicio gira en torno al mapa como dispositivo y al proceso de mapeo o práctica cartográfica como herramientas de acción política. Todos los lugares mapeados y los contenidos que aparecen en el mapa han sido definidos y consensuados con los familiares y/o colectivos que participan en el mapeo. Tomamos diferentes expresiones y manifestaciones en el espacio público por parte de víctimas, colectivos y organizaciones que a lo largo de décadas han interpelado el rol del Estado Colombiano en las calles.

Casos e historias de vida como las de Fabián Vargas, Carlos Pedraza y Nydia Érika Bautista, persecuciones colectivas como las que ha sufrido el movimiento estudiantil en Bogotá o la estrategia de las desapariciones forzadas forman parte de unos mapas que permiten visibilizar la infinita capacidad de resistencia y transformación desde abajo y desde las periferias políticas y culturales. Partimos de la idea de la disputa sobre las narrativas del pasado frente a la violación sistemática a los derechos humanos y a los crímenes de Lesa humanidad. Los lugares mapeados son devueltos a la calle, conectando los espacios virtual y físico a partir de un marcado tecnológico y acciones artístico-performáticas de marcado territorial. Conectamos esas experiencias con la web, llevando lo que sucede en las calles al mapa y llevamos el mapa a las calles. Ese marcado es un vector de generación de memoria colectiva. Maurice Halbwachs afirmó que «no hay memoria colectiva que no se desarrolle dentro de un marco espacial» (Halbwachs, 2004: 144). Para Halbwachs es en el espacio cotidiano, «el que nosotros ocupamos, por el que volvemos a pasar a menudo, al que tenemos acceso siempre» (p. 144). El mecanismo sicológico que mantiene y alimenta la memoria colectiva tiene un eminente anclaje espacial en las calles de la ciudad.

El tránsito de la calle al mapa queda cubierto en tres etapas: la selección de las emergencias o lugares de memoria, su georreferenciación y la incorporación de estos al mapa. Tanto la metodología como las herramientas pretenden, en últimas, potenciar y empoderar movimientos ciudadanos de resistencia en contextos de represión política violenta» (Mingorance, 2022).

Las emergencias de la memoria cartografiadas se integran en distintos itinerarios y derivas que llenan de sentido y contexto esas disputas por la memoria y por el espacio urbano. El proceso de Imborrables tiene un doble sentido, generando mapas de estos itinerarios y derivas, pero también impactando en las calles, en un doble viaje que garantiza la preservación de la memoria ante posibles intentos de invisibilizar, atentar o alterar las acciones populares de memoria. Hemos llevado algunas de esas emergencias de la memoria a distintos mapas dinámicos (mapas web) y mapas estáticos (mapas en formato imagen). Tanto los mapas como la propia práctica del mapeo actúan como dispositivos desde los que se hace un ejercicio de memoria definido y consensuado con las familias y/o colectivos que participan en el mapeo. En las derivas, priman las subjetividades de las participantes, que son quienes capturan imágenes, vivencias, experiencias, análisis y observaciones de su deambular urbano.

El mapa web se presta muy bien para generar inventarios geolocalizados en línea a los que puede accederse libremente desde Internet. Esta especie de catálogo espacial de intervenciones tiene muchas potencialidades para hacerlas más perdurables, mantenerlas vivas, dimensionarlas o visibilizarlas en contextos donde se pretende que sean invisibles. Hacer ese inventario (con mapa o sin mapa) tampoco es nada extraño si se tiene en cuenta lo efímeras que pueden llegar a ser algunas de las emergencias de la memoria (EM) en las calles de la ciudad. Los mapeos de Imborrables son construcciones y prácticas sociales situadas, pero también son herramientas cartográficas orientadas a cumplir determinados fines y a desarrollar diversas funciones…

- Naturaleza de la emergencia de la memoria. Obviamente no tienen la misma durabilidad una escultura, un mural, un árbol, una placa de cerámica o concreto, un grafiti o un código QR.
- La censura, la represión y las vandalizaciones. En Imborrables ya tenemos numerosos ejemplos de censura y vandalizaciones. Al fin y al cabo, se trata de una disputa por la memoria, por el espacio público…
- No se marca físicamente el lugar. No siempre que emerge la Memoria se deja constancia física en el lugar. Lo que se incorpora al mapa Imborrables es el sentido de lugar de todas las personas participantes y su (re)lectura o (re)interpretación de esos lugares donde determinados eventos traen a la memoria a las personas homenajeadas.

El itinerario «Puro Pueblo», dedicado a Nydia Erika Bautista. Ese video-itinerario es un ejemplo perfecto de las potencialidades que tienen los mapas-web como dispositivos de memoria. En 20 de los 23 lugares que hacen parte de este itinerario se han incorporado pequeños videos donde se explica y contextualiza cada uno de los lugares de memoria cartografiados. En la elaboración del mapeo los materiales gráficos y de archivo seleccionados e incorporados al repositorio, se identifican los lugares capturando sus coordenadas y marcándolos con código QR. Se convirtió finalmente en un ejercicio terapéutico que me ayudó en un proceso de auto sanación. Porque toda esa experiencia queda impregnada en el mapeo de los lugares georreferenciados de la vida familiar, personal, colectiva y política de Nydia Erika y de su familia. Un mapa alimentado por el archivo personal y familiar de Nydia Erika, incorporado como recurso narrativo transmedia que no sólo narra la denuncia del hecho criminal y victimizante de la desaparición forzada, sino también la memoria de su vida y sueños. Este mapa dibuja un itinerario que funciona a la vez como repositorio y obra de arte en el que los lenguajes poéticos, testimoniales y periodísticos se fusionan en una secuencia que invita a otras familias a crear y recrear esos escenarios espaciales con recursos transmedia.

Conclusiones. Por todo eso, una de las conclusiones de este proceso de Imborrables es la de que la triple conjunción de «criticidad, cartografía y código» (Zook et al., 2015) son la parte fundamental que garantiza el resultado esperado. Además, ante la naturaleza del sujeto cartografiado, es imprescindible la participación de las familias, colectivos o personas afectadas. La conjunción entre geografías críticas, cartografía, código y programación, mapeos/prácticas cartográficas, marcado tecnológico e intervenciones artístico-performáticas en el espacio público, garantizan que pueda hacerse ese inventariado y representación cartográfica de unas emergencias de la memoria relativas a eventos y personas víctimas de la represión política y de la violación de sus derechos humanos individuales o colectivos, desde el respeto a la dignidad de las víctimas homenajeadas y a sus familias. Finalmente, el doble tránsito de la calle al mapa y del mapa a la calle muestra su potencial de generación de memoria colectiva.